Soy consciente que esta entrada llega tarde porque ya llevamos más de un mes de verano. El caso es que es evidente que con las vacaciones y la búsqueda de la desconexión del estrés, también tendemos a desconectar de la limpieza de nuestra cavidad oral.
Lo primero es evitar, en la medida de lo posible, atiborrarse a alimentos azucarados, por ejemplo: helados, refrescos, zumos,...Es difícil porque ahora apetecen cosas fresquitas y éstas suelen contener un alto contenido de azúcar, la cual aumentan el medio ácido bucal proliferando las bacterias y con ello las caries.
Como consejo, podéis meter en la nevera de la playa (o la neverita de la montaña) una manzana, zanahoria o apio. Morder con nuestros dientes estos alimentos, masajea las encías y permite producir más saliva y neutralizar así las bacterias que provocan la caries.
Espero que disfrutéis de este verano.
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